25/12/10



tú y tu alma de perro. antes te comías el mundo pero ahora ya no muerdes. dan tanta pena los alaridos que salen de tu boca que me da rabia mirarte, se me calienta el corazón y en la garganta se me hace un nudo que me devora las palabras sin piedad. prefiero quedarme muda a escupirte verdades a la cara que te dejen sangrando y temblando, con el rabo entre las patas detrás de la puerta.
qué buenos los espejos cuando necesitas desahogarte.

6/12/10

te quedaste pajarito y volaste, volaste bien alto. bien lejos por encima de nuestras cabezas sin darnos tiempo casi a reaccionar. pero no voy a dejar que tu marcha me afecte demasiado, tú nunca fuiste de este mundo, y te conozco lo suficiente para saber que habrás vuelto a tu lugar de origen. no me voy a preocupar, no. sé que estarás bien y que yo también lo estaré. y lo sé, porque antes de irte me enseñaste algo importantísimo: coserme los botones. porque nena, no se llega a ningún lado si no sabes pegarte un botón en la camisa.

26/11/10



déjame sola que me muera un poquito de la pena. os estáis ahogando y yo soy la única que puedo contemplarlo desde aquí. no voy a llorar, no voy a gritar, me quedaré callada al fondo del escenario hasta que todos se vayan. todo esto me está dejando helada.

12/11/10




sabor a bueno en el paladar.
oc.tu.bre. mes de besos bajo la lluvia y paraguas rojos.
no me mires así, Sinpulsomán, que me robas los latidos y piensas que ya no te quiero.
me da igual cómo te pongas, tú y yo nos subimos juntos a un avión.

8/11/10

16/10/10

uno. dos. tres. vas marcando el ritmo y yo que me hago vieja y se me olvida eso que dices que tengo bueno. los leones que llevo dentro se desatan y me mastican. duele. y miedo, mucho miedo. abrazos que curan y palabras que hacen levantarme de la cama.

30/9/10

cántame bajito que me duelen los oídos. el humo nos mata lentamente, pero a nosotros nos da igual. somos jóvenes y temerarios. vámonos de aquí, un lugar con playa para que me cure las heridas y tú sonriéndome desde la orilla con tu bañador verde. te pones tan guapo cuando sonríes.

22/9/10


haces que no me importe ser cursi.

12/8/10

3/8/10

estás un poco más loca y vas contagiando tu demencia por ahí. tienes la cabeza inundada de pájaros y un día de estos te va a estallar salpicándolo todo (y la sangre es una mancha difícil de limpiar). eres de piernas-gelatina cuando él te mira a los ojos. son las 18:57 y acaba de decirte que te quiere y tú has entrado en parada cardiorrespiratoria, necesitaste tres abrazos de los que crujen por dentro y te desbarajustan las costillas. no quiero precipitarme pero... creo que vuelves a latir, nena.

4/7/10


cierra los ojos y confía en mí. hoy soy Mata Hari. prometo no hacerte daño.

11/5/10

me llaman mis antiguos amantes, es como si supieran que estoy triste y quisieran consolarme. en el fondo son unos buenos chicos. pero a mí, ni los teléfonos sonando desde el otro lado del charco me arrancan la pena. tengo los gritos clavados en las costillas y la amargura enterrada en las pestañas, y otra vez, esa sensación de asfixia. ¿y tu risa?, vete tú a saber, se ahogó con Ofelia. por cierto, ayer la vi, me saludó y se fue buceando... yo creo que no está loca, sólo se lo hace.
y qué más da lo que yo crea, si al final es la misma mierda de siempre, las lágrimas me arañan la cara, los recuerdos no me dejan pensar y yo acabo con el corazón en el taller.

3/5/10

tienes alma de líder y yo te seguí siempre desde pequeños. a los 8, armamos nuestra propia revolución en esas cuatro paredes de cartón, y a los 10, le declarábamos la guerra al vecino de enfrente. tomamos a su perro como prisionero, y luego se convirtió en rehén cuando se te ocurrió que podríamos pedir un rescate para financiar nuestras ideas. tenías la cabeza llenita de ideas, unas buenas, y otras que nos costaron moretones en las rodillas y puntos de sutura. a los 15 te crecieron las alas, a los 16 querías salvar el mundo y a los 17 volaste. me enseñaste a diseccionar saltamontes, que los pactos de saliva nunca se rompen y que el amor es como un cometa, que pasa una vez cada mil años.

23/4/10

tengo el botón que me diste apretado en el puño izquierdo. es como si me tranquilizara, o como si todo esto me diera menos miedo. pero el corazón no me miente, está dando saltos aquí dentro. y ahora, esta tonta manía mía de quedarme sin aire en los mejores momentos. ¡no, no, ahora no!
demasiada saliva acumulada en la garganta, demasiadas lágrimas acumuladas en el lagrimal, esto empieza a dolerme. ¡joder, venga! me he tatuado una diana en el pecho, apúntame con tu Magnun del 44 y que no se te ocurra fallar.
¡BANG!

10/4/10

martes, siete treinta y cinco de la tarde. estoy sentada bajo un rayo de sol y no tengo frío, aunque tampoco es cuestión de ir sin chaqueta por ahí, que luego una se acatarra. el columpio chirría como si le doliera algo y sobre él, la niña de trenzas pelirrojas se impulsa con todas sus fuerzas hasta llegar al cielo, convertirse en pájaro y salir volando. desde abajo, un niño con camiseta a rayas y pantalones cortos, la mira con la boca abierta y cara de envidia, o a lo mejor es que se está enamorando por primera vez.
más a la izquierda un perrucho pequeño y feo intenta montar a una pastor alemán. el dueño de la perra observa la escena divertido, por el contrario, la dueña del perrucho, una anciana con grandes gafas que le hacen ojos de búho, agita las manos intentando disolver los impulsos amorosos de los animalitos.
yo sonrío mientras me llega olor a gofres. cuchara metálica en mano y chocolate en la olla, sin duda es el churrero de la esquina que ya está calentando motores. desde lejos la gente acecha con babas en la boca, dispuesta a tragar su dosis diaria de azúcares y grasas.
las jardineras están más coloreadas y vivas que nunca, flores amarillas, rojas y fucsias y un caminito de hormigas directas al hormiguero con un saltamontes despedazado. y ahora llegas tú, y te reconozco antes de que me tapes los ojos con las manos, por el tintineo de tus llaves en el bolsillo y tu manera de caminar arrastrando los zapatos. te inclinas y me besas en el cuello y me susurras esas palabras que nos decimos cuando estamos cariñosos. y es que ya se sabe, la primavera...

22/3/10

es raro. no sé si bonito o feo. distinto. alguien me chivó la palabra, surrealista dijo. es como cuando te acuestas en la cama con calcetines y se te pierden entre las sábanas y al día siguiente sólo aparece el medio par, o como cuando la salsa de soja te chorrea boca-abajo hasta estamparse en tus pantalones blancos recién estrenados. lo sé, sé que no entiendes una palabra de lo que estoy diciendo, porque tú siempre duermes descalzo y ni loco probarías la soja.

2/3/10

Me dan ganas de salir corriendo y arrancarte de cuajo. ¿Cuándo dejó de tener sentido esto? nosotros nos queríamos, al menos nos lo dijimos tropecientasmilveces.
Has dejado de mirarme a la cara y todo el mundo sabe que eso nunca es bueno. Nos contábamos todo con las manos vacías y los ojos llenos; jugábamos a Bonie & Clyde, tú robabas los chicles mientras yo entretenía al kiosquero con un contoneo de caderas y una risa falsa que sonaba bonita, pero eso era antes, cuando se llevaban los pantalones de pitillo, las hombreras y mucho fijador en el pelo, la primera vez que salió la moda, digo. Ahora todo es raro. Ya no llevas velcro en las zapatillas y yo he acabado hablándole de mis penas al camarero como en un clásico de cine.

5/2/10

y ahora me toca a mí. tú. frío pegado a la sábana. cosquilleo en la palma de la mano al escribir. perro con ojos de pájaro que me ladra suave al oído con ganas de morder. quería morir joven (y ya no). tranquilo, misterioso, tripolar, el que nunca se ríe. gran conocedor de las palabras y sexualmente atraído por letras. (a veces, me regala frases, sólo si le hago el gesto con la mano.) cardíaco inestable, fumador de vida y el vinito que no falte. el de las palabras bonitas y lejanas, sobre todo lejanas. no piensa, no cree, siente. ¿miente? no lo sé, tiene en contra su mucha labia.

5/1/10

no estoy triste, sólo es que no me apetece reír. me llamas de madrugada para decirme que ahora te van las rubias aunque lo nuestro siempre estuvo bien, que ya quedaremos algún día de estos para tomarnos un café o lo que sea y que me echas de menos. yo también a ti. no sé si por los conciertos a los que fuimos en el coche robado a tu madre, o porque extraño los besos a escondidas en el porche de mi casa cuando mi abuelo no miraba, o a lo mejor por las excursiones al jardín de atrás.
no estoy triste... sólo es que no me apetece reír.