28/9/09

no sé qué te pasa. ya no me rascas la espalda, no me miras cuando me mancho la boca de helado de chocolate, ni siquiera te enfadas cuando cambio de canal, por no decir que ya ni bailas cuando suena en la radio Satisfaction. una de dos, o has dejado olvidado el corazón en el banco del parque, como la semana pasada te dejaste las llaves de casa, o es que ya no me quieres.

22/9/09



corríamos calle abajo, cogidos de la mano y con el sol pegándonos en los ojos. sonaba en nuestros oídos La Foule de Edith Piaf, éramos felices y nos besábamos con ganas hasta salir volando por encima de los tejados. pero como pasa en la canción acabamos separados, no nos separó la muchedumbre. no. fueron los tropecientosmil kilómetros que se interpusieron entre tu corazón y el mío.

8/9/09

estaba en el mismo sitio de siempre, algo más sucio y también más pequeño, (o será que crecimos).
pasamos la noche mirando las estrellas desde ése viejo coche destartalado que tantos veranos de nuestra infancia nos hizo viajar por mundos imaginarios. era un refugio donde escondernos de la autoridad de los mayores. esta vez los mayores éramos nosotros, pero seguíamos escondiéndonos.
y ahí estaba yo, fumando y sonriendo a veces, con el niño que me enamoraba cada verano. de niño poco le quedaba, sólo la ilusión guardada en el fondo de los ojos.
y entonces, no sé qué mosca nos picó, dejamos de hablar para mirarnos en silencio y así ,pasaron las horas hasta que se hizo de día y nos fuimos en el coche mágico a París, que es la ciudad para los amantes que no tienen futuro.