31/3/09


y lo perra que es la vida, eso ya lo sabíamos, pero comiendo sugus parece todo más fácil. qué le voy a hacer... seguiré tirando aviones de papel por la ventana con tu nombre dentro. pero no te preocupes, nadie se muere por dejar de comer golosinas.

16/3/09


Ella también se ríe.

13/3/09

¿Es que no te das cuenta? así vamos mal. muy mal. Y no te creas, que me vengo dando cuenta de que algo falla desde hace tiempo, sí, desde aquella tarde de invierno en la que empezamos a gritarnos en la cola del cine, tú te fuiste y empezó a llover.
Nunca he sabido cocinar, lo sé, pero tú te lo comías todo para no hacerme sentir mal y ahora la comida se te enfría en el plato mientras te haces el distraído y yo finjo que me interesan los documentales sobre la vida del coatí. Dices que estás harto de esta mierda y yo hace tiempo dejé de decirte lo mucho que te quiero.

11/3/09

Tarde de merienda.



Tan pequeña y tan grande. GIGANTE.

9/3/09



Ya no sé si es el pez o soy yo la que está dentro de la pecera.

4/3/09

Adiós valiente.

Poco se parecía mi valiente a Otto, el piloto, pero también salió volando. Y su nombre no será capicúa, pero sí el de uno que no tiene miedo. No sé si fue casualidad que nos conociéramos aquella noche, o estaba escrito en algún sitio. Y yo me pregunto… ¿Se me agotará la gasolina con tanta distancia? … ¿cómo acabará este viaje?... O a lo mejor ya ha terminado y soy yo la que no quiere darse cuenta.