28/5/07

Batalla en el corazón


Hoy la tristeza ha robado mis palabras.
Llegó de pronto, sin avisar, apoderándose de mi cuerpo, rasgando con su espada mi corazón, y tomándolo como casa, se instala feliz y triunfante. Desde allí, alarga el brazo y estrangula mi garganta con una soga de desilusión y fibras de melancolía, que me impiden susurrar una sola palabra de lo que siento por tí.
¡Tú! causante de la victoria de esta gran enemiga.
Odio. El odio declara la guerra a la tristeza, también él quiere ocupar mi corazón.
Yo pienso. Pienso si debo sentirme mal por querer que gane la batalla el odio.
¿Debo sentirme culpable por odiar a alguien que me ha hecho tanto daño?...

27/5/07

callejón de recuerdos


Me pregunto hasta cuándo seguirás en mi memoria, cuándo dejaré de recordar el sabor de tus labios, el tacto de tus manos, la calidez de tus besos, el baile de mi corazón al notar el azul de tus ojos en mi piel.
Pienso que nunca exististe en mi vida, y es absurdo, porque cuando te marchaste un gran abismo rompió mi alma, mis ilusiones, mi tranquilidad...
Me consuelo diciéndome que es mejor que tomáramos caminos diferentes, lejos uno del otro, pero ¿y si me equivoco?...
-Ya da igual...- repito lo que un día fueron tus palabras. Y lo único que me queda de tí, es un callejón lleno de recuerdos.

22/5/07

...Volver a cerrar los ojos...

Hoy voy a rebelar mi verdadera identidad... soy la chica pirata y dejo aquí mi gran secreto.
Cuando nadie me ve, me subo a bordo de mi barco y navego por las aguas tranquilas de un mundo mágico, un mundo que todos hemos visto alguna vez, pero que muy pocos consiguen recordar cuando abren los ojos. Un mundo de príncipes y princesas, hadas y duendes, sirenas y...¡piratas!
Pero grumetes, estoy preocupada, porque cuando zarpé por primera vez mi barco estaba lleno, y ahora sólo quedan unos pocos piratas, cada vez me cuesta más levar el ancla y soltar las velas, mi barco está atracado en el puerto y es más complicado soltar las amarras.
Grumetes he llorado tanto hasta formar lagunas de agua salada, me he estrellado tantas veces contra el agua helada del mar que he llegado hasta el fondo... abrí los ojos, y quedé tan impresionada que no soy capaz de volver a cerrarlos.
¿Qué está ocurriendo? cuando verdaderamente era pirata no tenía miedo a nada, y ahora me aterra todo, me siento desprotegida sin mi barco y mi espada.
Tantas ganas de abrir los ojos, ganas de crecer, de sentir que eres mayor y por eso siempre llevas razón; y ahora en lo único en que pienso, es en sentirme niña de nuevo, sentir que me equivoco una y otra vez, y tengo a alguien que me protege en cada batalla.
Así soy yo grumetes, alguien que lucha contra el mundo real, que lucha con todas sus fuerzas por no abandonar el barco, por zarpar del puerto, y por no olvidar lo que con tanta ilusión fuí... un pirata.