corríamos calle abajo, cogidos de la mano y con el sol pegándonos en los ojos. sonaba en nuestros oídos La Foule de Edith Piaf, éramos felices y nos besábamos con ganas hasta salir volando por encima de los tejados. pero como pasa en la canción acabamos separados, no nos separó la muchedumbre. no. fueron los tropecientosmil kilómetros que se interpusieron entre tu corazón y el mío.
22/9/09
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7 comentarios:
distancia, maldita distancia, para dos corazones de ritmo gemelo.
Aisss como me suena esa canción....
Besos cercanos
y cuando hay una distancia adecuada vienen a llamar de nuevo a tu puerta y a salir corriendo.
si todo es perfecto me resulta aburrido, con tropiezos la vida tiene cierto gusto de emoción...
digo, no?
:)
volví.
Isra.
Esas distancias, ni con avión supersonico.
pd: lo de hacérselo con chaqueta da mucho calor, jejeje.
¡miau,
piratita!
pero siempre queda el gustito y el vertigo de haber corrido calle abajo. Eso es vivir con mayuscula.
UN abrazo
bonita historia! acabo de leer tus comentios...xD
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