Quítate los zapatos y no hagas ruido, no vayamos a despertar a la lujuria, que está escondida y acechando para que nos comamos en cualquier momento, casi sin darnos cuenta. y volvió a pasar. en el medio segundo que tardamos en cerrar y abrir los ojos, saltó ella tan imponente como siempre, vestida de cuero negro y tacón de aguja. Supimos que estaba allí antes de verla, y acabamos rodando en el suelo rodando como una bola de nieve. la misma bola pequeña que mientras cae, crece y crece. y así crecimos. crecimos tanto que los pies se nos salían de la cama. nos creimos seres voladores. no pájaros. no. más bien insectos. libélula y luciérnago. bonitas esdrújulas. bonito sueño, bonito tú.
Bonico no te vayas... quédate hasta que me crezcan las alas.
5 comentarios:
sugestivamente
genial...
".. libélula y luciérnago. bonitas esdrújulas. bonito sueño, bonito tú..."
bonita tú
Como para pillar a la Lujuria, que cuando te quieres dar cuenta ya está dentro de tí...
Lujuria es buena compañera de viaje, invitala a salir mas a menudo, te lo agradecerá.
saludos.
por cierto hace tiempo que no la veo... dale recuerdos...
la lujuria es un lujo que a veces nos merecemos.
¡bello final!
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